Creando un negocio de Repostería
Un proyecto Gastronómico que busca el Éxito, debe guiarse si o si por las normas de cualquier otro tipo de negocio. Hoy en día los Pasteleros artesanales nos debemos de ocupar no sólo de perfeccionar nuestras recetas y nuestro dominio en la Decoración, sino que también debemos dominar los números para equilibrar el presupuesto, estudiar el mercado, capacitarnos en Oficio y Empoderamiento personal.
1.- Definir claramente el «nicho» o segmento de mercado que queremos atender, es el primer tema importante a resolver: dónde queremos llegar, a qué público queremos atender. Debemos aprender a «discriminar” (en el buen sentido) lo que queremos y lo que no queremos para nuestro proyecto de negocio.
2.- La preparación y capacitación constante es primordial en este rubro, considerando los cambios vertiginosos en la cocina. Las fusiones de culturas y sabores han creado una pastelería moderna y al alcance de todos. Eso es lo más maravilloso de este rubro, siempre hay cosas nuevas que aprender.
3.- Iniciar un pequeño estudio de mercado y conocer la competencia. Es importante determinar qué es lo que queremos seguir como ejemplo de enfoque (y también lo que no). Ésto es lo que ayudará a elegir una propuesta que nos diferencie de los demás. Debemos conocer a tal punto a nuestros competidores, que seamos capaces de ir un paso adelante.
4.- El Profesionalismo va de la mano con la Ética también en nuestro Rubro, y hay códigos que en este y en cualquier área se deben respetar.
Jamás debemos hablar mal de nuestros colegas. Jamás debemos menospreciar su trabajo o su talento. Jamás debemos dejar pasar la oportunidad de ayudar a un o una colega ni de perder la oportunidad de crear redes a través de ellas o ellos.
5.- Adquirir conocimientos básicos de control de costos, de inventario y rendimiento de materia prima. Debemos estar atentos a las «fugas», que a la larga se convierten en el origen de nuestras pérdidas y que retrasan nuestro crecimiento en el negocio.
Cuando somos microempresarios debemos ser como «el circo chamorro». El querer ser el jefe, implica ser el Bodeguero, Recepcionista, Encargado de Adquisiciones, Empleado, Diseñador, Ejecutivo, Secretario, Contador (aquí es donde debemos tercerizar, en otro post te hablaré de esto), Vendedor, Relacionador Público, Jefe de Marketing, Cajero y un largo etcétera. Si algo nos sale mal todos nuestros oficios se desmoronan. Por eso debemos estar atentos a todo.
6.- Tener recetas estándares que no nos obliguen a experimentar a último minuto para evitar riesgos de pérdida de material (en caso de cometer algún error en el procedimiento), y además, que conozcamos correctamente el costo de producción de estas recetas.
Muchas veces queremos probar incorporando más ingredientes a una receta básica. Eso es muy bueno, siempre y cuando consideremos el importe económico que eso significa. Recuerden siempre este lema: Un negocio deja de ser un negocio ¡cuando no es negocio!
Con estos seis puntos podemos dominar un pequeño emprendimiento gastronómico, que con disciplina, constancia y cariño nos llevará al éxito seguro.
Y Tú… ¿Ya estás lista para comenzar?